voluntad

Dongfang-Tenghong 

El ego se parece a una sola octava del piano. Mientras se sigan pulsando las teclas de esta única octava no se podrán escuchar las notas de las demás octavas. Lo malo de la voluntad reside en su intento de convertir las exigencias del camino en asunto suyo: entonces se propondrá expresamente desembarazarse del yo, lo cual es una paradoja perversa pues la voluntad no puede desembarazarse de sí misma. Mientras se quiera avanzar en el camino espiritual no se adelantará nada. Solamente adelantará el que se desprenda de la voluntad, y no el que quiera no querer.

Comentarios

  1. Cuanta razón tiene!
    Muy bonito el nuevo aspecto del blog!
    Buen finde
    Un abrazo
    j

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  2. Respuestas
    1. Y que difícil ese Mushotoku: Sin meta, sin motivo, sin búsqueda de provecho, o beneficio, o reconocimiento...

      Un abrazo, Ángel.

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